Un lugar donde empezar
Cuando pensé en crear este blog, me hice la misma pregunta que quizá te estás haciendo tú ahora: ¿otro blog de psicología más?
Y la respuesta es que no quería que fuera “otro más”. Quería que fuera un lugar honesto. Cercano. Sin filtros. Sin frases bonitas que no dicen nada. Un lugar para hablar de lo que duele, de lo que pesa, y también de lo que puede cambiar.
Un espacio para acompañarte, incluso si no sabes muy bien por dónde empezar.
Sobre el tipo de terapia que hago (y el que no hago)
Si te estás planteando empezar un proceso terapéutico, es posible que tengas dudas sobre cómo funciona, o sobre lo que significa “ir a la psicóloga”.
En este espacio no vas a encontrar una lista de tareas interminables, ni alguien que te diga lo que “tienes que hacer”. Tampoco te voy a pedir que “pienses en positivo” o que
te repitas delante del espejo que puedes con todo.
Lo que sí vas a encontrar es escucha, contexto, herramientas adaptadas a ti. Un espacio donde se pueda hablar de lo que cuesta, sin sentir vergüenza o culpa por ello.
Trabajo desde modelos basados en la evidencia, pero sobre todo desde el respeto a tu historia, tus tiempos y tus decisiones. Porque la terapia no es un molde donde encajar.
Es un lugar donde empezar a construir con el material que ya hay.
Un espacio para escucharte sin exigencias
A veces, cuando alguien empieza terapia, me dice cosas como: “No sé por dónde empezar”, “Lo mío no es tan grave”, o incluso “No debería estar así”.
Y justo ahí aparece una de las heridas más comunes que veo en consulta: la autoexigencia que nos impide validar lo que sentimos.
Este espacio nace también para eso: para recordarte que no hace falta tenerlo todo claro, ni estar “muy mal” para pedir ayuda.
Tus emociones merecen ser escuchadas, incluso si no sabes nombrarlas todavía. Aquí no se trata de encajar en un diagnóstico, sino de entender tu historia. A tu ritmo,
con respeto, y con la certeza de que no estás sola.
¿De qué vamos a hablar aquí?
- De emociones que no siempre entendemos.
- De procesos de cambio.
- De ansiedad, de tristeza, de rabia…
- De por qué a veces cuesta tanto tomar decisiones.
- De relaciones, de límites, de duelos autorizados y no autorizados.
- De autocuidado sin azúcar por encima.
Este blog NO busca darte consejos de cinco pasos para “ser feliz”.
Busca abrir preguntas, acompañarte a mirar hacia dentro, y ofrecer herramientas que
puedan servirte.
Sin prisas. Sin juicios.
Si has llegado hasta aquí…
Gracias por estar.
Gracias por acoger estas palabras a flor de ment.
Y si alguna vez sientes que necesitas un espacio para parar, sentir y ordenar, aquí estoy.
En este lugar donde empezar.