Hay una palabra que aparece mucho en las sesiones de terapia: “límites”
- “Sé que debería ponerlos, pero me siento egoísta.”
- “No quiero que piensen que soy una borde.”
- “Me cuesta decir que no, aunque luego me arrepienta.”
- “Lo hago para evitar el conflicto, pero luego me siento mal igualmente.”
Y debajo de todo eso, una emoción que suele acompañar de forma silenciosa: la culpa. Esa sensación de estar fallando por pensar en ti. De estar decepcionando a alguien por cuidar tu espacio. De estar siendo “demasiado” o “muy poco”.
¿Qué aprendiste sobre los límites?
Muchas veces, la dificultad para poner límites no empieza en la adultez. Viene de historias más antiguas, de aprendizajes implícitos. Puede que aprendieras que callar era mejor que incomodar, que cuidar a los demás era más importante que cuidarte, que decir “no” podía significar el rechazo de las personas que tu alrededor, o que adaptarte era la mejor forma de ser querida.
Con el tiempo, esto se convierte en una forma de funcionar: decir que sí cuando quieres decir que no, justificarte de más, cargar con lo que no te corresponde… y claro, cambiar eso cuesta. Porque, aunque el cuerpo te diga “hasta aquí”, la mente todavía susurra “¿y si se enfadan?”, “¿y si se alejan?”, “¿y si tengo la culpa?”.
Poner límites es una forma de cuidarte
Un límite es una declaración: esto sí, esto no. Así me cuido, así me respeto.
Poner un límite significa que también te quieres a ti, no que dejes de querer a la otra persona, y aunque haya quien no entienda tu cambio, quien se enfade o se aleje, eso no significa que estés haciendo algo mal. Solo muestra que esa relación se sostenía en tu sacrificio, desde la complacencia.
No siempre va a ser cómodo. Pero lo incómodo no siempre es malo. A veces es justo lo que hace falta para empezar a estar presente de forma más honesta.
¿Y la culpa?
La culpa aparece porque estás haciendo algo diferente a lo que te enseñaron. No porque estés haciendo algo mal. A veces necesitas transitarla, mirarla de frente. Recordarte que no estás siendo egoísta, sino responsable contigo.